Dentro de la dilatada relación de retos que hoy enfrenta la sociedad cubana existen dos que en los últimos años han despertado la alarma de las autoridades y también han motivado estudios de los especialistas en los fenómenos demográficos: el envejecimiento y el decrecimiento de la población de nuestro país.
De acuerdo con el censo realizado en el 2012, en los diez años anteriores la cifra de habitantes se había reducido en algo más de 10 000 individuos y habían marchado al extranjero aproximadamente 400 000 cubanos