Ajedrez: ¿ciencia, arte o lucha?

Acompañando al hombre a través de casi toda su historia, ha permanecido este maravilloso y enigmático juego que cautiva con su belleza a millones de hombres y mujeres incapaces de resistirse al poder de su seducción, a pesar de la complejidad y exactitud que exige.

Se podría decir que el ajedrez es propio de la humanidad, pues aunque se afirma que nació en la India hace dos mil años, hay vestigios suyos en múltiples culturas: la nórdica, la esquimal, e incluso anteriores como la egipcia. Es como si el hombre hubiera necesitado   siempre,  espués de su caída original, una réplica, en forma de juego, de las guerras que continuamente libra, y aún de la batalla que es la vida, donde además de entretenerse se prepara convenientemente en la comprensión de los más difíciles resquicios del arte militar. Entonces, por encima de lo que pueda ser el ajedrez en su esencia, es una manifestación cultural, una gran expresión de la cultura humana.