El pasado 31 de diciembre falleció Alberto Alonso Rayneri en su casa de Gainesville, Florida, donde residía junto a su esposa, la bailarina de carácter Sonia Calero. Como él había dejado dispuesto, su cadáver fue incinerado tras unas sencillas exequias y sus cenizas esparcidas en el mar que une la península floridana y la isla de Cuba. El creador había fijado su residencia en Estados Unidos desde inicios de los años 90 del pasado siglo.