A cargo de Jorge Domingo Duadriello
Es el baile la más antigua y difundida diversión de los cubanos de todos los tiempos y de todas las razas y categorías sociales; habiéndose transformado entre nosotros de grato y natural esparcimiento, desahogo espontáneo del regocijo y la felicidad humanos o ejercicio provechoso y hasta indispensable que es para los habitantes de países fríos, en acicate de las relaciones sexuales y aperitivo de la lascivia, en medio tolerado por la sociedad para que el hombre y la mujer inicien o desenvuelvan amores y amoríos, en vicio superlativo del criollo, tanto o más que lo es el juego.