(Extracto de una investigación amplia e inédita de la autora)
Los orígenes de la familia Finlay se hallan en las tierras altas de Escocia. Era frecuente, entonces, la llegada de ciudadanos ingleses y de otras nacionalidades europeas: América del Sur se había convertido en un importante mercado para los ingleses desde que comenzaron las luchas independentistas, y trataban de asegurarse, por distintas vías, la simpatía de los libertadores para lograr ampliar su monopolio comercial. En esas circunstancias históricas, Edgard Finlay se aventuró a surcar los mares hasta alcanzar las tierras americanas.
Como era cirujano y tenía los documentos que lo acreditaban como graduado de la universidad de Edimburgo, fue rápidamente ubicado en el hospital. Siempre sonreiría al evocar los años que vivió allí: trabajó, luchó por abrirse paso y conoció a la mujer que sería su esposa, Marie Elizabeth de Barres de Molard, descendiente de la nobleza francesa que tenía a su favor una buena herencia.