Hace 100 años, el 17 de marzo de 1905, un joven de 26 años que trabajaba como examinador en la Oficina Suiza de Patentes en Berna, llamado Albert Einstein, enviaba a la revista Annalen der Physik el primero de una serie de trabajos que revolucionarían la concepción de la física y del mundo. Los temas tratados en ellos serían disímiles, baste mencionar el movimiento browniano o el efecto fotoeléctrico, sin pasar por alto el esbozo de lo que más tarde llegaría a conocerse como las Teorías General yRestringida de la Relatividad. Sobre estos postulados comenzaría la centuria que sin paralelo en los siglos precedentes, llevaría al hombre, de modo literal, a las fronteras del Universo.