Todo ser humano tiene necesidades que tienden a ser infinitas, porque continuamente están cambiando. La ciencia y la tecnología guardan relación con ello, pues al crear nuevos equipos y técnicas también van creando necesidades nuevas; así, por ejemplo, nuestros abuelos no requerían de un refrigerador, ni de un televisor, y, un tiempo atrás, no era necesaria la luz fría.