Cuba, donde “la culpa no la tiene nadie»

Cuba gasta U$D 2 000 millones cada año importando alimentos que podría producir en casa. El gobierno invierte decenas de millones de dólares en la ganadería e importa insumos para los campesinos pero muchas veces estos no llegan a su destino. En el puerto de La Habana hay dos almacenes repletos de fertilizantes echándose a perder sin que nadie los recoja. Dicen los portuarios que su calidad se deteriora “debido al tiempo que llevan ahí” pero eso no parece dolerle a ningún dirigente de la agricultura.