Debemos partir de la base de que existe un problema de fondo cuando un país no genera la capacidad económica, o el clima político, para retener a su población sin que ésta enfrente presiones o anhelos migratorios. L os países prósperos, lejos de padecer emigración, se encuentran con el buen problema de controlar la inmigración.
Aunque a corto plazo, la emigración cubana se ha convertido en una de las fuentes más importantes de remesas y divisas a la Isla, de cara al futuro la continuación de la emigración presenta un problema agudo, ya que somos el único país de América con una población decreciente. En la mayoría de los países donde se emigra, generalmente la emigración proviene de los sectores más pobres y de escasa educación. En el caso cubano se trata de personas educadas y capacitadas, producto de una enorme inversión nacional en este ámbito, pero que carecen de las oportunidades necesarias para proveerles a sus familias un futuro mejor.