Cubanismo

Cubanismo. He ahí la invocación con que a menudo se pretende entre nosotros disimular mil aprovechamientos, entonar muchas estridencias y justificar infinitas aldeanidades. Cubanismo. La palabra se ha explotado tanto, se ha utilizado tan a destajo para efectos de galería, que ya ha perdido su virtualidad como recurso verbal, quedándose con la sola eficacia de suscitar, apenas pronunciada, muchos recelos y propósitos de examen. Así, la palabra ha ido cobrando, lentamente, adherencias de hipocresía, de cursilería, de obcecación, porque todas estas actitudes suelen guarecerse detrás de ella como tras un escudo, o lanzarla como un dicterio inocuo en las ondas de la polémica.