Después de dos mil años, ¿qué? Un reproche que implica esperanza

Algunos consideran que, no obstante sus dos mil años de existencia, el cristianismo no ha podido llevar a toda la sociedad sus altos principios éticos y morales. Se trata de un duro reproche que, en el fondo, contiene una gran esperanza: se espera de nosotros, los cristianos, un aporte constructivo al justo ordenamiento social y a la solución de problemas éticos, en constante evolución, que afectan al hombre…