El Verbo artesano del Universo, que está sentado sobre los querubines y que todo lo mantiene, una vez manifestado a los hombres, nos ha dado el evangelio cuadriforme, evangelio que está mantenido, no obstante, por un sólo Espíritu”.
Adversus haereses, San Ireneo de Lyón, (140-202 d.C.)
Durante la celebración de la misa, después de las lecturas de los textos bíblicos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, el lector concluye: “Palabra de Dios”, a lo que los fieles responden: “Te alabamos Señor”. ¿Qué es la Palabra de Dios?
Ante esta pregunta, una respuesta viene de manera automática a nuestra mente: “La Palabra de Dios es la Biblia”. Esto es cierto. Sin embargo, la Palabra de Dios es mucho más que la letra escrita en los libros que por milenios han iluminado, guiado y alimentado al pueblo de Dios. La Palabra de Dios es Jesucristo en sí mismo. Él es la Palabra Eterna, el Verbo, el Logos que era en el Principio, que era con Dios y que es Dios (Jn 1,1).