Una de las personalidades de mayor trascendencia en los primeros siglos de la historia colonial americana fue el religioso dominico Bartolomé de Las Casas (1476-1568). Reconocido por su defensa de la población aborigen frente a los excesos cometidos por los colonizadores españoles, y miembro destacado del esfuerzo de la Orden de Predicadores en este sentido, el padre Las Casas devino una clara expresión de las luces y las sombras que estuvieron presentes en la colonización española en América.