El problema económico de Cuba

En momentos en que la noción de “cambios estructurales” ha comenzado a ocupar un lugar cada vez más prominente en el discurso político y en las expectativas ciudadanas resulta conveniente explorar, aunque sea sucintamente, el entorno y el alcance de tal concepto. Para empezar, un “cambio estructural” (o reestructuración) de la economía no es lo mismo que una “reforma” económica. Cuba necesita de los dos y sin duda ambos conceptos se relacionan, aunque no de cualquier manera. El primero puede contener al segundo, pero no necesariamente. Es precisamente en este punto donde se imponen algunas aclaraciones iniciales.