Los vientos huracanados amenazan con cambiar el status quo; el desmoronamiento del sistema financiero iniciado a finales del 2008 en Estados Unidos ha devenido en un torbellino que hasta ahora mantiene en jaque permanente a las economías de los principales países industrializados, especialmente las europeas, que viven prisioneras de los mercados y las agencias de calificaciones de riesgo.
El paradigma de integración regional simbolizado en las instituciones de la Unión Europea muestra hoy profundas grietas en la estructura de su edificación, que han llegado a poner en entredicho la continuidad del bloque que forman 27 estados europeos.