El tabaco en la obra muralística y escultórica de Domingo Ravenet1

De todos es bien conocida la trascendencia artística, histórica y social del grupo de creadores que –casi en los finales de la segunda década del pasado siglo- se empeñaron en renovar al arte nacional, hasta entonces anquilosadamente académico. Nuestro primer movimiento de vanguardia artística no se conformó con que estos “cambios” permanecieran encerrados en la llamada pintura de caballete: el rehacimiento debía pasar a una dimensión mayor, a la pared pública. En tal sentido –aunque muchos especialistas insistan en afirmar que este supuesto sólo quedó en un anhelo fallido-, tendríamos que seguir indagando en la historia para traer de vuelta la verdad de éste y de otros muchos aspectos del arte cubano.