En una Nota emitida por los Obispos Católicos de Cuba, el 25 de febrero de 2008, los prelados pidieron la luz de lo Alto para que el nuevo Gobierno pueda llevar adelante con decisión esas medidas trascendentales que sabemos deben ser progresivas, pero que han de comenzar –enfatizaron- a satisfacer desde ahora las ansias e inquietudes expresadas por los cubanos.
El investigador Omar Everleny, doctor en Economía y subdirector del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana, expuso en una entrevista con La Jornada, de México, que para lograr una economía cubana en crecimiento y efectiva es necesario responder con un paquete de medidas simultáneas, entre las que citó como posibles una nueva tasa de cambio en las operaciones empresariales, el reimpulso a la inversión extranjera, el relanzamiento de la pequeña y la mediana empresa, la reducción de los precios en divisas de bienes de consumo básico y la supresión de la alta centralización de la gestión empresarial, asignando una cuota al mer
cado.
Algunas señales parecen indicar que el nuevo presidente de Cuba, general Raúl Castro, ha comenzado a tomar las primeras medidas después de asumir el poder. En un memorando oficial que llegó a manos del corresponsal de la agencia Reuters en La Habana –y que tuvo gran repercusión internacional- se anunciaba la liberación de la venta de computadoras, reproductores de DVD y otros electrodomésticos hasta ahora prohibidos. Por su parte, el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), añadió que podría levantarse la prohibición de que los cubanos se alojen en hoteles, reservados hasta ahora para los extranjeros. Además, la propia agencia Reuters reportó que el Gobierno liberará también el acceso de los agricultores a insumos necesarios para elevar la producción de alimentos.