Desde hace aproximadamente tres lustros, y de manera más bien discreta, la Pastoral de Cultura ha ido produciendo frutos notables en nuestra Iglesia. En todas las diócesis las publicaciones católicas han ido saliendo del estrecho marco parroquial y han alcanzado un número de lectores apreciable, en la misma medida que sus páginas se han abierto a temas tan variados como la historia, la bioética, la axiología, el arte y la literatura, y en sus debates participan no sólo autores católicos, sino figuras competentes de nuestro panorama intelectual.