Homilía pronunciada por el señor cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo de La Habana, en la celebración de la Jornada Mundial por la Paz, el 1 de enero de 2009. En ella el Prelado realiza una importante valoración del acontecer de la Iglesia que peregrina en Cuba, durante el año 2008, en cuanto a sus relaciones con el Estado y exhorta a que este último también emprenda caminos de cambio en cuanto a los ámbitos sociales, económicos y políticos.