Iglesia encarnada

Entre las ocho opciones prioritarias “que debían marcar las líneas fundamentales del futuro de la Iglesia Cubana (117), señaladas por las Asambleas Diocesanas de la Reflexión Eclesial Cubana (REC), el Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC) escogió las tres más valoradas: la evangelización, la necesidad de la oración, y la encarnación de la fe y los valores evangélicos en medio de nuestra realidad social (118). Es decir, ser una Iglesia evangelizadora, orante y encarnada. De las tres opciones la que ha suscitado las mayores perplejidades en su aceptación, y por eso quizás la más atentamente reflexionada, pues parecía la más difícil de realizar, ha sido la tercera: ser una Iglesia encarnada en medio de nuestra realidad nacional. De hecho, es la que ha encontrado mayores dificultades y logrado menos frutos.