Iglesia y Educación en Cuba

La educación constituye uno de los procesos fundamentales que se desarrollan en toda sociedad. Mediante la actividad educativa, un grupo humano garantiza la reproducción de aquellos elementos materiales y espirituales, propios de una cultura o civilización específica, que se presentan como causa y resultado de su supervivencia y como adaptación a las cambiantes condiciones del entorno. De esta manera, la educación y su manifestación concreta, la enseñanza, ocupa un espacio privilegiado dentro del ordenamiento social.

En sentido general, la transmisión de conocimientos de generación en generación transcurre a través de dos tendencias principales. De una parte, la educación puede proponerse transmitir las técnicas de trabajo y de comportamiento que ya están en posesión del grupo social y asegurar así su relativa inmutabilidad. Por la otra, sin embargo, puede intentarse, a través de la transmisión de las técnicas poseídas por la sociedad, formar en los individuos la capacidad de corregir y perfeccionar las técnicas mismas.