A punto de cumplir 16 años, José Martí publicó su primer poema dramático en La Patria Libre. La pieza, “Abdala”, contiene una estrofa que ha sido memorizada acaso por todos los cubanos: “El amor, madre, a la patria /No es el amor ridículo a la tierra, /Ni a la yerba que pisan nuestras plantas; /Es el odio invencible a quien la oprime, /Es el rencor eterno a quien la ataca”. Esos versos han sido citados como la prueba iniciática del amor de Martí por Cuba en tanto nación libre e independiente, pero mucho menos por lo que tiene otras resonancias en el texto: qué entiende su autor por “patria”.