La Acción Católica en Cuba

En un trabajo anterior analicé el apostolado seglar cubano desde 1902 hasta finales de la década del treinta del pasado siglo. Dicho apostolado queda unificado en muchos aspectos dentro del movimiento de Acción Católica (AC) que es la participación organizada de los seglares en las actividades del Apostolado Jerárquico, establecida por los Romanos Pontífices como una ayuda providencial a la obra de la Iglesia.

En una carta pastoral colectiva, fechada en 1939, los obispos cubanos considerando al apostolado seglar como materia de más urgente necesidad en la Iglesia, declaran canónicamente erigida la Acción Católica en nuestras respectivas diócesis, conforme a las enseñanzas que en diversas ocasiones ha dado la Santa Sede. Quedará organizada en cuatro ramas fundamentales a nivel nacional, diocesano y parroquial. Estas ramas son la Federación de la Juventud Católica Masculina, la Asociación de Caballeros Católicos, la Liga de Damas Católicas y la Liga de la Juventud Católica Femenina. El objetivo principal de la nueva organización consiste en cristianizar al mundo, santificando al individuo, restaurando la familia y regenerando la sociedad con la savia vivificadora de la religión, o en otras palabras, establecer el reino social de Cristo en el mundo. [Carta pastoral del Episcopado de Cuba sobre la acción Católica, Santiago de Cuba, 1939].