Desde el año 1961 hasta la década de los 80 existió un solo banco en la economía cubana: el Banco Nacional de Cuba. Este concentraba las funciones de banca central, comercial, de inversiones y se encargaba de las operaciones financieras internacionales. En los años noventa el sistema financiero experimentó una drástica transformación. Surgió un sistema de dos niveles, encabezado por el Banco Central de Cuba, encargado de la política monetaria, de velar por el funcionamiento del sistema de pagos, y de supervisar y controlar los 8 bancos comerciales estatales y el resto de instituciones financieras nacionales y extranjeras.