Entrevista a Sor Teresa María, carmelita de clausura
Un elegante edificio, majestuoso en su sobriedad, se asienta en la manzana de la calle 13 entre 20 y 22 del Vedado habanero. Es el Monasterio de san José y santa Teresa, santuario para la oración y el silencio, y residencia de las Madres Carmelitas Descalzas.
El peculiar estilo de vida de estas religiosas resulta desconocido para muchos, y suscita interrogantes e interpretaciones de diversa índole. La Madre Teresa María de la Virgen de la Caridad, priora de la comunidad, quien posee una experiencia de 60 años de vida consagrada, accedió a conversar sobre la identidad, el sentido y la actualidad de la vocación contemplativa. Después de unos minutos de espera, en el locutorio del convento, y tras la gran reja, signo de la clausura, que marca el umbral entre el visitante y los claustros interiores, me saludó, sonriente, la anfitriona, con la fórmula conventual: Ave María Purísima….