Los padres tienen la máxima responsabilidad en relación con la educación de sus hijos, y por tanto deben poseer los derechos necesarios para hacerlo realidad. Esta es una afirmación algo conocida, si no por todos, al menos por un sector amplio de la sociedad. Sin embargo, entre aquellos que la conocen pueden abundar criterios diferentes acerca del contenido de la misma. Por tal motivo, este trabajo pretende un acercamiento, desde mi opinión, a la intríngulis del tema.