La espera cubana

Algunos escritores y pensadores cubanos han reflexionado sobre la agobiante presencia de la espera en la historia y la vida cotidiana del país. El hecho de que desde la cristalización de la nacionalidad, en el siglo XIX, los cubanos siempre tuviéramos que esperar del futuro la llegada de algo que nos completara o que nos aliviara (la independencia política, un mejor gobierno, el desarrollo económico, etc.), hizo de esa vigilia del porvenir una actitud tan visceral que muchas veces se tornó inconsciente y se integró como una parte armónica del carácter nacional: casi todos los cubanos, al margen de credos políticos, sociales y religiosos, hemos vivido, y vivimos, a la espera de algo.