Resulta interesante revisar cómo la fotografía, desde sus inicios, ha sido un vehículo utilizado para documentar la actividad científica y artística del hombre. Si se mira rápidamente la historia del arte fotográfico podremos encontrar momentos imprescindibles recogidos por el ojo avieso de uno de los fotógrafos más importantes del siglo XIX americano, Mathew Brady, quien organizando los cadáveres dejados en el campo tras las contiendas de la Guerra de Secesión norteamericana estableció una suerte de estudio científico y artístico sobre este tipo de suceso.