Cae el gobierno de Hosni Moubarak
El sol está en su punto más alto en la plaza Tahrir (Liberación) de El Cairo, el lugar de convergencia de los manifestantes en la capital egipcia, cuando varios centenares de hombres se organizan en hileras sucesivas y se arrodillan sobre el suelo. Es la hora del rezo. Y es una imagen que se difunde en todo el mundo desde hace una semana, ofreciendo la escena de opositores contra el poder secular de Hosni Moubarak, que detenían la protesta para volverse hacia La Meca.
Pero es también una imagen engañosa, ya que en torno a este grupo de oración, diez, veinte, cuarenta veces más manifestantes siguen discutiendo, gritan y levantan sus pancartas sin preocuparse de Alá. Para disipar el malentendido, Ahmad El Fouly, un joven preparador en farmacia de pequeños catalejos rectangulares, se apresura en explicar: “!No es una revolución islámica, es una revolución de la juventud!”.