A menudo se escucha nombrar un estadio deportivo, una plaza, la escuela que acogió durante los años de enseñanza primaria a los vecinos del barrio, los ríos que atraviesan nuestro continente, los grupos de montañas más importantes de Europa occidental, un valle o algún planeta. Con la designación de muchos de estos lugares nos llega el recuerdo de un mártir, el nombre del propietario de uno de los establecimientos comerciales más importantes en épocas remotas, la manera en que nuestros aborígenes llamaban a algún instrumento de caza o pesca, incluso dioses de la mitología griega. En fin, un sinnúmero de referencias, razón por la cual los especialistas, particularmente los toponomastas…