Los profundos cambios socioculturales ocurridos en nuestro mundo han provocado una especial complejidad en lo tocante al fenómeno religioso. Esto torna difícil la realización al respecto de un análisis objetivo y un diagnóstico imparcial sobre sus dimensiones.
También en nuestro entorno el fenómeno se muestra difícil de aquilatar, por lo cual, para realizar cualquier investigación, ha de evitarse todo tipo de generalización que nos conduzca a uno de los dos extremos: en Cuba hay un resurgir de la religión, sería uno; el otro, la antítesis: en Cuba la religión se bate en retirada.