No defender la libertad religiosa “mina toda aspiración democrática”

Negar la libertad religiosa “mina toda aspiración democrática, favorece la opresión y ahoga a toda la sociedad, que puede explotar con resultados trágicos”, ha recordado monseñor Silvano M. Tomasi, observador de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra.

Al respecto el prelado ha precisado que la libertad religiosa “es un valor para la sociedad en su conjunto… dado que los talentos de todos se ponen al servicio del bien común… Un clima de libertad religiosa real se convierte en la medicina para prevenir la manipulación de la religión con propósitos políticos de conquista del poder o de mantenimiento del mismo, así como la opresión de los disidentes y de las comunidades y minorías religiosas diferentes”, afirmó.