Notas a un debate sobre la Democracia

La tradición intelectual cubana de polemizar con decencia en la prensa, en la radio, en una renovada ágora o en un foro cualquiera, parece desde hace décadas una costumbre del pasado.

Los medios de comunicación, ampliados en la era de la informática, permiten hoy una versión electrónica de la esgrima cívica que antes se leía en periódicos o se disfrutaba en tribunas, plazas y auditorios diversos. Los mensajes electrónicos y el acceso a Internet no son tan populares en Cuba como para sentirnos satisfechos de la nueva forma asumida por la polémica cultural, política o económica, que ha abandonado casi por completo las revistas y los podios para acomodarse en las computadoras de aquellos pocos que las tienen y usan para estos menesteres.