El inicio de un nuevo año, uno más en nuestra vida y también uno menos de los que nos quedan por vivir, nos lleva a reflexionar, y en este sentido hacemos un inventario de lo que hemos conseguido hasta aquí y de lo que nos falta, de cuáles han sido nuestros logros y cuáles nuestros fracasos. Dejando de lado las cosas materiales que tanto nos agobian, y que generalmente son el motivo de nuestros inventarios, me gustaría analizar un aspecto que considero de suma importancia.