Casi 30 años atrás publiqué un trabajo sobre las ventajas y desventajas para Cuba de un posible restablecimiento de relaciones económicas con los Estados Unidos (Mesa-Lago, 1979). Aunque han ocurrido cambios dramáticos, como la desaparición de la URSS y de su substancial ayuda y comercio con Cuba, me sorprendí de la continuada vigencia del meollo de mi viejo análisis.
Es interesante que en 2007, varias veces Raúl Castro abriera la posibilidad de negociar con los Estados Unidos, mientras que tanto Fidel Castro como George W. Bush manifestaran públicamente que no habría cambios en las relaciones entre los dos países. Aunque es cierto que no ocurrirá una apertura bajo la actual administración de Estados Unidos, parecen existir más probabilidades si es electo un presidente demócrata el próximo noviembre, y también habría que ver si ocurren cambios en la dirigencia cubana.