La entrega del premio puede brindar la ocasión para reflexionar por un momento en la cuestión fundamental de qué es de verdad la «teología». La teología es ciencia de la fe, nos dice la tradición. Pero aquí surge inmediatamente la pregunta: realmente, ¿es posible esto?, o ¿no es en sí una contradicción? ¿Acaso ciencia no es lo contrario de fe? ¿No cesa la fe de ser fe cuando se convierte en ciencia? Y ¿no cesa la ciencia de ser ciencia cuando se ordena o incluso se subordina a la fe?