Saladrigas y el debate con Ramón de la Cruz

Las opiniones de Ramón de la Cruz son muy respetadas en Cuba. En sus comentarios respecto a mi artículo “L as propuestas de Carlos Saladrigas para Cuba”, tuvo el cuidado de advertir que somos buenos amigos. Quizá por ello lo leyó con más ganas de lo que merecía y decidió rebatirlo a fondo en la seguridad de que, entre nosotros, no hay cabida a resentimientos o malas interpretaciones.

En realidad tales discusiones, sobre temas aparentemente vedados, ocurren con bastante frecuencia en los círculos académicos e intelectuales cubanos, incluso en el seno de las organizaciones políticas o en asambleas populares, solo que, por mucho que se les critica, nuestros principales medios informativos no se ocupan de difundirlos y, cuando salen a la luz, parecen una rareza.