Han pasado 10 años desde que Arturo Sotto filmara su último largometraje de ficción, Amor vertical, demasiado tiempo sin dirigir para este realizador, quien fuera la gran promesa del cine cubano en los 90´s, cuando presentó la controversial Pon tu pensamiento en mí (1995). Diez años pesan y se reflejan en las evidentes costuras que bordean la trama de La noche de los inocentes, el más reciente trabajo de Sotto.
La trama de La noche… se desarrolla un 28 de diciembre, Día de los Inocentes, según el calendario litúrgico, y gira alrededor de un joven travestido que visiblemente golpeado llega a un destartalado hospital habanero. A partir de este hecho que desencadena una investigación policial, Sotto construye una trama que oscila entre el cine negro y el policial a lo Agatha Christie, con fuertes conexiones con la comedia irreverente que ha propugnado el cine cubano a partir de los 90´s y en la cual se incluye el propio Sotto con Amor vertical. Esta fusión de géneros no siempre tiene resultados felices y a ratos uno no sabe ni entiende en qué terreno se mueve, cuando sube el tono en lo humorístico, que si bien resulta efectivo, paradójicamente deja un cierto sabor de deja vu. A esta falla se unen deficiencias actorales, acentuadas en los jóvenes coprotagonistas, Yasmani Guerrero y Edenis Sánchez.