Un viaje a la luna con Lorca: veinticuatro metáforas por segundo

Nos preguntamos qué es el cine. Si acaso, la posibilidad del hombre de salir del mundo para observarse luego en él. Desde la cómoda butaca de una sala oscura ocurre el milagro de la transposición de roles: el hombre juega a ser el “pequeño dios” –como pensara el creacionista Vicente Huidobro- y contempla, soberbio, aquello que pretende ser. El espacio fundacional de la literatura en los albores del cine se insertó con el afán de desplazar la imagen y ganarse la admiración del espectador en un juego retórico ya tantas veces jugado.