Quizás nuestra cultura nos privó de aprender a establecer prioridades. La falta de un desarrollo económico debe estar entre sus causas. Prioridad es la manera de saber lo que es o no importante. Lo que va primero y lo que va después. Es ahorrar tiempo para utilizarlo en otra tarea, como descansar para recuperar fuerzas. El desconocimiento no es de esta época. Nos acompaña desde hace mucho, tanto que nuestra memoria no alcanza para saberlo. Algunos aspectos trascendentales de nuestra historia han transitado de una manera tranquila y apacible. Como si fueran las playas de nuestras costas o una arboleda de mangos con sus frutos colgando en espera de nuestro apetito. Sin darnos cuenta los siglos han consumido asuntos importantes de nuestra existencia por no haber sabido atender el concepto de prioridad. Las relaciones de Cuba con Estados Unidos es un buen ejemplo de nuestra inacción. Verlo a través de diferentes etapas de nuestra historia nos puede dar alguna claridad.