Violencia o no violencia: he ahí la cuestión

Muy pocas cosas consideraba yo tan improbables como que un atleta cubano agrediera a un árbitro o a un juez en una competencia internacional. No es que nunca hubiera presenciado ese triste espectáculo en Cuba. Alguna que otra vez (muy pocas, a decir verdad) vi a algún futbolista emprenderla a puñetazos con el árbitro al terminar un partido, pero tales incidentes siempre los presencié en juegos de nivel de base o intermunicipales, y tenían, tal vez por el bajo nivel técnico de los jugadores y la relativa informalidad del evento, un carácter así como de broncas callejeras: lamentables, pero sin mayor trascendencia.