Voló como Matías Pérez

No fue Matías Pérez el primero en volar en un globo aerostático en esta ciudad, pero sí quien dejó una frase para la posteridad: “Voló como Matías Pérez”.

Las ascensiones aerostáticas se conocían en la villa de San Cristóbal de La Habana desde 1796, cuando fue lanzado un globo desde una casa de altos a la entrada de la calle Sol, pero sin pasajero. Todo parece indicar que el primero en utilizar uno de estos artefactos voladores en La Habana fue el francés Eugenio Roberston. El 19 de marzo de 1828, el obispo Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa, celebró una misa con la que dejaba inaugurado El Templete, y las fiestas duraron tres días en la Plaza de Armas. La principal atracción la constituyó Roberston, quien poco a poco fue levantando su globo, ante las miradas atónitas del Capitán General Francisco Dionisio Vives y miles de espectadores. El viento primaveral de aquella tarde llevó la nave con su pasajero hasta un potrero situado en Nazareno, cerca del pueblo de Managua. Además de sentar precedentes en la ciudad y estimular a otros a imitarlo, el francés ganó 15,000 pesos.