Cuando en el mes de abril de 1896 el rey Jorge de Grecia declaró inaugurados los Primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna se inició una nueva y trascendental etapa en el mundo del deporte.
Para llegar a ese día mucho tuvo que luchar Pierre de Freddi, Barón de Coubertain, cuyo objetivo era restaurar aquellos Juegos de la Antigüedad en beneficio de la juventud del mundo, para lo cual citó, en múltiples oportunidades, a los clásicos griegos que alababan las virtudes de aquellos hombres que tomaban parte en las competencias atléticas dentro del programa olímpico.
Los objetivos del movimiento olímpico son promover el desarrollo de las cualidades físicas y morales que constituyen la base del deporte y reunir a los atletas del mundo cada cuatro años, a fin de potenciar el respeto y la buena voluntad que ayude a construir un mundo mejor.
Ya, desde aquel entonces, se abogaba por un deporte limpio, puro, lejos del mercantilismo, cuyo objetivo principal fuese la ejercitación del cuerpo y la mente; competir en un ambiente de paz y fraternidad.