AÑO 2007 Año 3. No.10, Abril - Junio 2007

El pez en la tierra del dragón

por Lenier González Mederos

Se abre una nueva era en las relaciones entre la Santa Sede y China

Los que seguimos con cierto detenimiento los derroteros de la Iglesia Católica en China -así como las relaciones entre el régimen de Pekín y la Santa Sede- esperamos con ansiedad la publicación de la carta que el Santo Padre Benedicto XVI ha decidido dirigir a la comunidad católica de ese país asiático. Y es que este documento constituye el resultado de una esmeradísima labor diplomática tejida con paciencia tanto desde Roma como desde Pekín.

Si tenemos presente que el texto una semana antes a su publicación será entregado a la cancillería china para su revisión -y de ser necesario serán consensuados por ambas partes los posibles “puntos álgidos”-; así como que el siempre combativo cardenal Joseph Zen, arzobispo de Hong Kong, ha manifestado a la prensa que se impone la “mesura”, nos damos cuenta de que algunas cosas han cambiado en el tortuoso camino de las relaciones entre la Santa Sede y el gobierno chino.

A la luz de lo leído entre líneas en los despachos cablegráficos se percibe una creciente dinámica de contactos bilaterales subterráneos, que se traducen en hechos que buscan evitar el surgimiento de roces significativos.