Vayan por el mundo entero y hagan discípulos de todas las naciones… enséñenles a guardar todo lo que les he mandado…”, (Mt 28, 19-20), es la misión que Cristo encomendó a sus apóstoles. Sin embargo, el contexto cultural en que esta prédica ha de realizarse no es un ente monolítico.
La llamada Pax Romana se sustentaba en buena medida en la autonomía cultural y religiosa de los disímiles pueblos sometidos por el Imperio. Esta diversidad de pueblos y tradiciones pluraliza, de modo inevitable, filosófico y teológicamente tanto al judaísmo, como al mundo grecolatino. Sectas, corrientes…,