La producción intelectual de una Batista Falla –su patrocinador y editor- ya consolidada y establecida comenzar en este interesante empeño.
Víctor Batista, cubano emigrado en 1960 y proveniente de una de las familias más ricas del país al ocurrir el triunfo de la Revolución, ya poseía una inigualable experiencia como editor: había dirigido junto con Raimundo Fernández Bonilla en la ciudad de Nueva York la revista sociocultural Exilio (1965-1974), publicación donde colaboraron importantes intelectuales republicanos que fueron saliendo del país tras el inicio del proceso revolucionario (Gastón Baquero, Lino Novás Calvo, Lydia Cabrera, entre otros.)