A continuación ofrecemos varios testimonios de primera mano acerca del paso del huracán Matthew por la porción más oriental de Cuba. Fueron escritos por monseñor Wilfredo Pino, obispo de la diócesis Guantánamo-Baracoa y por el padre Alberto Reyes, quien desempeña su labor pastoral en Maisí.
¡Qué grande es Dios y qué linda es su Iglesia! Este es el regalo que nuestro Padre Dios me ha hecho en este primer domingo después del paso del huracán: convencerme más de esas dos verdades.He escuchado ayer a la gente que sufre repetir una y otra vez: “¡Dios nos ayudó y por eso estamos vivos!” Al oír esto que dicen junto a su casa en el suelo, ¡cómo no se nos va a estrujar el corazón y convencernos aún más de la enorme fe de la gente sencilla! El salmo de la misa de hoy lunes (112) traía un versículo que me hizo pensar en lo vivido ayer: “Dios levanta del polvo al desvalido”.