Es intenso el debate en torno al llamado modelo liberal. Sus defensores lo enarbolan como el único capaz de impulsar al hombre hacia la prosperidad y varios de sus detractores lo presentan como algo diabólico. Mucha confusión ha suscitado esta discusión. Un número amplio de argumentos, tanto a favor como en contra, no son expuestos de manera clara. Busquemos en la historia y en la doctrina de sus mentores.